Banco pie de cama
Los bancos pie de cama estructuran visualmente el dormitorio y resuelven funciones concretas. Sirven como apoyo al vestirse, almacenaje adicional o superficie para textiles. Su presencia delimita el final de la cama sin sobrecargar el conjunto. Adaptados en forma, altura y material a la configuración del espacio, aportan continuidad al diseño del mobiliario. Explorar esta categoría permite identificar modelos compatibles con distintas necesidades de uso y distribución. leer más >
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Banco pie de cama: una pieza funcional en el dormitorio
El banco pie de cama se sitúa al final del lecho, en paralelo al mismo. Su colocación responde tanto a un criterio funcional como a uno de orden espacial. Se utiliza como apoyo momentáneo para vestirse o descalzarse, como superficie para dejar mantas o cojines antes de dormir, o como solución de almacenaje cuando integra tapa abatible o cajones. A diferencia de una silla o un sillón, su formato horizontal lo vincula directamente con la cama, reforzando la simetría del conjunto.
Formas, materiales y dimensiones adaptadas al dormitorio
La elección del banco pie de cama depende de la longitud de la cama y de la distancia libre entre esta y los muebles cercanos. En la mayoría de los casos, su largo no debe exceder el ancho del colchón. Existen modelos tapizados, de madera maciza, con base metálica o combinaciones de estos elementos. Los acabados textiles, como el lino o el algodón, aportan un contacto suave, mientras que las estructuras rígidas delimitan el volumen de forma clara. En dormitorios compactos, se valoran los bancos con espacio de almacenamiento, útiles para ropa de cama o accesorios.
Coherencia visual y distribución equilibrada
Integrar un banco pie de cama en la disposición general del dormitorio contribuye a una lectura fluida del espacio. Esta pieza actúa como punto de transición entre la zona de descanso y la circulación. Debe dejarse un paso cómodo entre el banco y los muros o armarios frontales, evitando obstáculos. Su estilo y material deben dialogar con los demás elementos del mobiliario: cabecero, mesitas, armario. En dormitorios amplios, puede acompañarse de una alfombra o una lámpara auxiliar para reforzar su presencia sin recargar.
Más allá de su función práctica, el banco pie de cama ordena la escena del dormitorio. Su incorporación responde a una lógica de uso y a una voluntad de estructurar el entorno con piezas pertinentes en escala y proporción.