Bancos de interior
Los bancos de interior ofrecen un lugar para sentarse en distintas zonas de la casa. Colocados en un recibidor, en el salón, a los pies de una cama o contra una pared libre, aportan estructura sin agobiar. Su formato alargado, a menudo sin respaldo, facilita la integración visual al tiempo que mantiene el tráfico fluido. Esta categoría incluye modelos abiertos y con almacenaje incorporado. El banco de interior se adapta a las limitaciones espaciales sin alterar la lógica del diseño de las estancias. leer más >
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Definición y papel del banco de interior
El banco de interior es un mueble diseñado para complementar la distribución de una habitación proporcionando asientos bajos, lineales y no intrusivos. Se instala en zonas de paso, salones o espacios de transición. A diferencia de un sillón o una silla, no está pensado para ofrecer comodidad a largo plazo, sino para satisfacer una necesidad concreta: calzarse, dejar un bolso o sentarse temporalmente. Su forma sencilla permite colocarlo sin alterar la organización existente. El banco de interior actúa como elemento complementario en un entorno ya estructurado.
Ubicación según la estancia y la función
En un hall de entrada, el banco sirve para calzarse o colocar un objeto personal. En un salón, puede complementar una zona de asientos, contra una pared o en el eje de un sofá. En los dormitorios, suelen colocarse a los pies de la cama, para guardar la ropa o crear una superficie temporal para dormir. Algunos bancos también se integran en alcobas, bajo ventanas o en zonas de lectura. Su ubicación depende de la circulación, la luz natural y la proximidad de otros muebles.
Tipos, materiales y opciones de almacenamiento
Los bancos de interior se presentan en modelos macizos, con patas o con almacenamiento integrado. Algunos incorporan arcones, cajones o nichos abiertos. La elección depende del uso y de la estancia. La madera maciza, los paneles chapados, el metal tubular o los textiles tensados son los materiales más comunes. El cojín puede ser fijo o extraíble, según el nivel de uso. El efecto visual depende del acabado: madera clara para un efecto luminoso, metal oscuro para estructurar una línea baja, textil liso para neutralizar la presencia en el espacio. La sobriedad del diseño facilita su integración en diversos entornos.
El banco de interior responde a una necesidad específica en contextos domésticos donde la flexibilidad y la legibilidad son primordiales. Complementa las funciones existentes sin competir con ellas, proporcionando un punto de apoyo que es estable y visualmente controlado.
El banco interior responde a una necesidad específica en contextos domésticos donde la flexibilidad y la legibilidad son primordiales