Mesas de centro marrones
Las mesas de centro marrones introducen un tono cálido y estable en el corazón del salón. Ya sean de madera maciza, chapa o metal, aportan estructura al espacio sin contrastes excesivos. Su color se adapta a una amplia gama de ambientes, ya sean claros, medios u oscuros. Una mesa de centro marrón crea un vínculo visual directo con los materiales naturales que la rodean, y también puede equilibrar elementos más fríos como el cristal o el hormigón. Esta categoría reúne formatos sobrios pensados para encajar en distintos tipos de interiorismo. leer más >
Filtros

Mesa de centro de tekaBollène
455 € 320 €-30%

Gran mesa de centro de olmoLincoln
985 € 690 €-30%

Mesa de centro de olmoLincoln
785 € 630 €-20%

Mesa de centro de nogalHemët
550 € 495 €-10%

Mesa de centro de maderaRailway
530 € 370 €-30%
Rebajas de verano
Hasta un 30% de descuento en una amplia selección de sillas, muebles y lámparas.
Oferta válida hasta agotar existencias.

Mesa de centro redonda de mármolDickinson
995 € 895 €-10%
Mejores ventas

La mesa de centro marrón: anclaje visual y coherencia material
Una mesa de centro marrón actúa como nexo de unión entre las distintas zonas de un salón. Reposa visualmente la mirada, sobre todo en un ambiente compuesto por materiales naturales. El marrón, ya sea madera, cuero o tapicería teñida, crea continuidad con el suelo, la carpintería o los asientos. A diferencia de los colores brillantes o muy oscuros, conserva una neutralidad que facilita su diferenciación. Esta mesa también puede utilizarse como contrapunto en un interior dominado por los tonos claros, añadiendo densidad sin desequilibrar el conjunto. La sobriedad del marrón lo convierte en un color de fondo discreto pero estructurante.
Materiales, tonos y acabados de las mesas de centro marrones
La mayoría de las mesas de centro marrones utilizan la madera como base principal. El roble, el nogal, la teca o la acacia suelen elegirse por su textura visible y su capacidad para envejecer uniformemente. Los tableros pueden ser mates, aceitados o barnizados, dependiendo del uso previsto y de la resistencia requerida. Algunos modelos combinan una tapa de madera marrón con patas de metal negro o acero pintado, para distinguir claramente entre estructura y superficie. El marrón también puede aparecer en materiales alternativos, como el cuero o los revestimientos laminados. Los acabados siempre tratan de preservar la legibilidad del material, sin superposiciones brillantes ni dibujos aplicados.
Adaptándose al uso y estilo de la estancia
En un salón, una mesa de centro marrón puede servir para prolongar el mobiliario de madera o atemperar una decoración más mineral. Los modelos en tonos claros se adaptan a interiores aireados, mientras que las versiones más oscuras pueden estructurar un espacio más íntimo. En formato cuadrado o rectangular, estas mesas encajan fácilmente entre dos sofás o frente a un sillón. Algunos modelos encajables pueden configurarse de forma modular, ocupando poco espacio cuando no se utilizan. Las mesas redondas se adaptan mejor a los espacios abiertos, ya que permiten una buena circulación alrededor de la zona central. Por lo tanto, la elección depende tanto del ambiente que desee como de la disposición del mobiliario existente.
Las mesas de centro marrones consiguen un equilibrio visual y funcional. Introducen un material estable, un color neutro y un formato legible en la organización del salón. Esta categoría reúne modelos que favorecen la coherencia frente al contraste, con usos adaptados a diferentes superficies y composiciones.
Las mesas de centro marrones consiguen un equilibrio visual y funcional