Apliques vintage
Los apliques vintage añaden una fuente de luz puntual a la vez que estructuran la pared gracias a su forma. Reintroducen códigos visuales de décadas pasadas - latón, cerámica, ratán o formas geométricas - en ambientes contemporáneos. Utilizados solos o en dúo, estos apliques pueden integrarse en un dormitorio, un pasillo o un salón para modular el ambiente sin ocupar espacio. Esta categoría reúne modelos de proporciones controladas, seleccionados por su claridad formal y su capacidad para funcionar con distintos materiales murales. leer más >
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Apliques vintage: iluminación de pared con memoria formal
Los apliques vintage combinan funcionalidad y referencia estética. Fijados a la pared, liberan espacio en el suelo al tiempo que introducen luz indirecta o direccional, según el modelo. Su vocabulario formal se inspira en los archivos decorativos del siglo XX: brazos articulados, globos opalinos, rejillas metálicas, pantallas cónicas. Esta reintroducción de elementos antiguos se inscribe en un proceso de continuidad visual, sin recreación artificial. En un dormitorio, sustituye a una lámpara de mesilla y aclara la composición mural. En un pasillo, da ritmo a la circulación sin obstaculizar el paso. En un salón, complementa la iluminación principal con un haz más tenue. El interés del aplique vintage reside en su capacidad para influir en la luz desempeñando un papel gráfico preciso en la pared, en particular mediante el diseño de la sombra proyectada, el acabado de las superficies o la naturaleza del reflector.
Materiales, sistemas de fijación y tipologías formales
Los modelos clasificados en la categoría de apliques vintage se distinguen por el uso de materiales específicos: latón patinado, cerámica esmaltada, vidrio esmerilado, aluminio anodizado. Estos materiales se trabajan con técnicas fieles a las épocas en las que se inspiran, con detalles visibles: tornillos visibles, rótulas mecánicas, fundas textiles. El sistema de montaje puede ser de superficie o empotrado, según la naturaleza del soporte y la altura de instalación requerida.
Predominan tres tipos principales de formas: globos difusores murales, brazos articulados orientables y modelos fijos con reflectores direccionales. Algunos modelos sólo ofrecen iluminación descendente, otros difunden la luz a través de una superficie arenada u opalina. Esta diversidad permite responder a necesidades específicas, en función del uso previsto (lectura, señalización, iluminación puntual) y del tipo de espacio (salón, zona de transición, cabecero).
Articulación con otros elementos de decoración
Los apliques vintage interactúan fuertemente con los acabados de las paredes: crean fuertes contrastes en una pared oscura o, por el contrario, se funden con una superficie de textura clara. Sus modestas dimensiones hacen que sean fáciles de integrar, individualmente o en serie, sin desequilibrar la composición general. También pueden combinarse con otras luminarias (lámparas colgantes o de mesa) para crear una jerarquía de iluminación. El conjunto sigue siendo coherente si los materiales y los colores están bien coordinados.
Elegir un aplique vintage significa, por tanto, optar por una iluminación de pared legible, estable y anclada en la historia. No impone un estilo, sino que proporciona un punto focal visual y luminoso en una composición global.