Iluminación vintage
Las luminarias vintage estructuran la iluminación utilizando códigos visuales de décadas pasadas. El metal patinado, las formas geométricas simples, las pantallas opalinas o los brazos articulados crean una luz dirigida o difusa. Cada luminaria vintage sitúa una fuente de luz dentro de un vocabulario formal identificable. Se integran en una disposición sobria o contrastada, creando un punto de tensión o continuidad. Aquí, la iluminación se convierte tanto en una referencia espacial como en una herramienta funcional. leer más >
Filtros

Lámpara colgante de vidrioLacanau
299 € 240 €-20%

Foco industrial grisWeissmüller
245 € 195 €-20%

Lámpara de faro de metal plateadoLaycock
235 € 210 €-10%

Gran lámpara colgante de metal plateadoLynce
395 € 355 €-10%
Novedades
Fresno macizo, bouclé crudo, acabados en nogal y detalles de lino. Bordes suavizados, proporciones equilibradas, uniones precisas.
Muebles pensados para acompañarte toda la vida.

Doble aplique de latón envejecidoBistrot
139 € 125 €-10%

Lámpara de mesa de latón doradoAmber
329 € 265 €-20%

Lámpara colgante plateadaLynce
295 € 265 €-10%

Lámpara de lectura de metal y mármolMogens
245 € 195 €-20%

Lámpara colgante de vidrio y latón doradoBelno
139 € 110 €-20%

Lámpara colgante de latónKapsula
129 € 115 €-10%

Lámpara colgante de vidrio sopladoBangor
339 € 305 €-10%

Lámpara de pie de metal y mármolMogens
260 € 210 €-20%

Aplique Jieldé martilladoLoft
285 € 255 €-10%

Lámpara JieldéLoft
983 €
Formas, materiales e hitos estilísticos
Una luminaria vintage no hace referencia a una sola época, sino a un conjunto de referencias formales tomadas de las décadas del siglo XX. Las décadas de 1930 a 1980 constituyen la base principal: lámparas con brazos articulados, suspensiones de metal lacado, ópalo soplado, estructuras tubulares o bases de trípode. Estos objetos se caracterizan por una legibilidad inmediata de la función y la forma, a menudo expresada a través de materiales brutos o mínimamente transformados.
El metal, en sus versiones pintadas, cromadas o patinadas, sigue ocupando un lugar central. Estructura el volumen, enmarca la fuente de luz o soporta la pantalla. El vidrio esmerilado, la opalina o el tejido tensado introducen una difusión más suave. La madera, a veces utilizada como base o brazo, calienta el conjunto sin dominar. La silueta es reconocible sin ser ostentosa. La luminaria vintage es tanto una herramienta como un objeto construido.
Diferentes tipologías y usos
Las luminarias vintage cubren toda la gama de tipologías de iluminación: lámparas de sobremesa, lámparas colgantes, apliques, lámparas de pie con eje central o brazo regulable. Cada configuración responde a un uso preciso, que el vocabulario formal deja claro. Un colgante de opalina blanca sobre una mesa evoca los años cincuenta. Un aplique giratorio de metal pintado se hace eco de los modelos industriales de los años 60 o de las reediciones escandinavas de las décadas siguientes.
La elección de una luminaria vintage entraña una lógica de diseño pero también de posicionamiento espacial. La pantalla cerrada canaliza la luz hacia una zona precisa. El brazo ajustable libera una superficie de lectura. La pantalla perforada introduce un juego parcial de sombras en las paredes. Estos elementos deben elegirse en función de la altura del techo, la superficie disponible y el flujo de circulación en la habitación. Una luminaria bien colocada proporciona una iluminación útil, sin crear molestias visuales ni desequilibrios espaciales.
Integración en una distribución contemporánea
Una luminaria vintage puede cohabitar con muebles contemporáneos si se respetan las proporciones y la coherencia de las líneas. Sirve entonces de contrapunto, puntuación o prolongación, según los casos. En un espacio dominado por materiales lisos o industriales, una lámpara de pie trípode de madera y metal introduce una variación de textura. En un interior estructurado en torno a volúmenes geométricos, una lámpara de suspensión de los años 60 con líneas curvas rompe la repetición sin disonancias.
El color y el material deben elegirse con cuidado. El metal negro o dorado se integra con facilidad. Los tonos pastel o las superficies barnizadas requieren un anclaje visual: suelo, marco mural, asiento. La luz emitida desempeña un papel estructurante: blanco cálido para un uso doméstico, luz neutra para una zona de trabajo o de paso. Se recomienda no multiplicar las fuentes vintage en un mismo espacio limitado, para evitar la redundancia o el efecto pastiche.
Elegir una luminaria vintage significa insertar una fuente de luz en una estructura visual definida. No es una evocación decorativa, sino un gesto de interiorismo. Organiza la mirada, especifica las funciones y cualifica la atmósfera, sin imponer nunca una narrativa externa.
La elección de una luminaria vintage significa insertar una fuente de luz en una estructura visual definida