Bancos de salón
Los bancos de salón ofrecen asientos adicionales en un espacio en el que prima la comodidad y el movimiento. Colocados a lo largo de una pared, en el centro de un sofá o al fondo de una habitación, proporcionan estructura sin sobrecargar el espacio. Su formato alargado, a menudo sin respaldo, hace que encajen a la perfección en una gran variedad de configuraciones. Esta categoría incluye modelos abiertos, tapizados o combinados con un discreto almacenaje. El banco lounge complementa las funciones existentes sin alterar su equilibrio. leer más >
Filtros

Banqueta daybedNorilsk
985 € 690 €-30%

Banco de terciopelo azulAurora
395 € 300 €-25%

Banco de terciopelo naranjaElmas
780 € 575 €-25%
Rebajas de verano
Hasta un 30% de descuento en una amplia selección de sillas, muebles y lámparas.
Oferta válida hasta agotar existencias.
Mejores ventas

Función y posición del banco de salón en el espacio
Un banco de salón se utiliza como asiento secundario o como elemento de transición en una distribución interior. A diferencia de un sofá o un sillón, no está pensado para un uso prolongado, sino más bien para un uso ocasional o complementario. Suele colocarse enfrente o perpendicularmente a un sofá, o a lo largo de una pared sin muebles fijos. Esta colocación tiene por objeto estructurar el espacio sin obstaculizar la circulación ni alterar la jerarquía de las funciones ya existentes. El banco también puede servir de separación implícita entre dos zonas de un salón diáfano, por ejemplo entre la zona de estar y un rincón de lectura.
Tipologías, materiales y relaciones visuales
Los bancos de salón pueden ser macizos, con patas, o combinados con una discreta caja. Algunos modelos están tapizados, con o sin cojín fijo, mientras que otros se decantan por una superficie de madera o metal en bruto. Los materiales más comunes son el roble, el nogal, el acero pintado o el textil tensado. La elección depende de cómo encaje con el resto del mobiliario. Un banco de madera sobre un suelo claro crea un efecto de ligereza, mientras que una estructura metálica delgada y negra aligera visualmente el conjunto. Los bancos tapizados crean un vínculo directo con el asiento principal, sin competir con él.
Usos complementarios y vínculos con el mobiliario existente
El banco del salón puede utilizarse para sentarse brevemente, colocar un objeto sobre la mesa o recibir invitados como complemento del sofá. También puede utilizarse como superficie temporal para colocar una bandeja, un libro o una manta. En su versión larga y baja, acompaña una composición mural o equilibra una zona vacía. Su uso sigue siendo flexible, pero debe respetar las dimensiones disponibles para no comprometer las distancias de paso. Integrar un banco en la distribución del salón introduce un volumen bajo y legible que se ajusta a las funciones sin redefinir la estructura general de la estancia.
El banco de salón actúa como mueble de unión. Conecta diferentes usos sin multiplicar masas visuales, adaptándose a la geometría existente y a la lógica de circulación del espacio.
El banco del salón actúa como mueble de unión