Salón y sala de estar

Organización de los asientos en un salón o sala de estar

Los muebles de asiento son fundamentales para la distribución del salón. Sofás, sillones y bancos deben permitir diversos usos: posición de descanso, intercambios cara a cara, lectura o visión. A menudo se disponen en torno a un punto focal, como una mesa de centro, un mirador, una chimenea o un biombo. La separación entre los elementos garantiza la libertad de movimientos y mantiene el espacio aireado. La elección del tamaño depende del espacio disponible: un sofá de cuerpo entero puede aprovechar al máximo los espacios grandes, mientras que un sofá de dos plazas con sillones es ideal para las habitaciones más pequeñas.

Estructurar el espacio con mesas de centro y muebles auxiliares

La mesa de centro une los asientos y puede utilizarse funcionalmente para colocar objetos, organizar un televisor o apoyar una actividad temporal. Su forma redonda, cuadrada o rectangular afecta a la accesibilidad y la circulación. Su altura debe calibrarse en relación con los asientos para facilitar su uso. A su alrededor, se pueden añadir extremos de sofá, reposapiés o taburetes para completar de vez en cuando las funciones de asiento. Estos módulos facilitan la adaptación del espacio a tus necesidades, sin lastrar la estructura global.

Almacenes, soportes multimedia y paredes disponibles

Los muebles bajos, aparadores o soportes de TV ocupan espacio en la pared sin obstaculizar la visión ni estorbar. Sirven para almacenar objetos útiles a la vez que sirven de soporte para equipos electrónicos. Dependiendo de las necesidades, se presentan en diversas formas: en filas, unidades colgantes o columnas estrechas. Deben colocarse en las paredes más despejadas para liberar el centro de la habitación. Pueden complementarse con estanterías o librerías, que añaden volumen vertical al tiempo que mantienen el espacio claramente legible.

El salón requiere una distribución precisa, en la que cada mueble cumpla una función específica. El equilibrio se basa en una jerarquía clara entre zonas de asiento, ejes de paso y volúmenes de almacenamiento.

El salón y la sala de estar requieren una distribución precisa, en la que cada mueble cumpla una función definida