Iluminación de baño
Las luminarias de baño deben cumplir requisitos específicos en cuanto a humedad, uso previsto y precisión luminosa. Cada luminaria de cuarto de baño debe colocarse teniendo en cuenta las zonas funcionales: espejo, ducha, bañera. La temperatura de color, la resistencia a las salpicaduras de agua (grado IP) y la difusión de la luz son los principales criterios de selección. Esta selección reúne modelos adaptados a estas necesidades técnicas y visuales, para una iluminación eficaz sin sobrecarga. leer más >
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Características esenciales de una luminaria de baño
Una luminaria de baño debe proporcionar una iluminación precisa, resistente a la humedad y adecuada para el uso diario. El índice de protección (IP) es un parámetro clave: garantiza el nivel de resistencia de la luminaria al agua y al vapor. Las zonas alrededor de lavabos, duchas y bañeras requieren modelos con un índice de protección IP44 como mínimo, o incluso IP65 en contacto directo con salpicaduras. La temperatura de color influye en la calidad percibida de la luz. Un blanco neutro (alrededor de 4000 K) es adecuado para la mayoría de los usos, en particular el maquillaje y el afeitado. Por último, la orientación y la distribución de la luz deben limitar las sombras proyectadas, especialmente alrededor del espejo.
Disposición de la iluminación y limitaciones técnicas
La disposición de un cuarto de baño requiere a menudo soluciones de iluminación compactas, fijadas a la pared o integradas en el mobiliario. El espacio disponible es limitado, y las superficies reflectantes pueden acentuar o interferir en la difusión de la luz. La iluminación lineal por encima del espejo, o los apliques en los laterales, pueden distribuir la luz uniformemente sin crear zonas cegadoras. La elección de los materiales (cristal opalino, metal tratado, plástico impermeable) también debe tener en cuenta la resistencia a la corrosión y la facilidad de mantenimiento. Algunos modelos incorporan tecnología LED no sustituible, mientras que otros permiten cambiar las bombillas: este criterio puede influir en la durabilidad y el mantenimiento a medio plazo.
Estructura el espacio con varias fuentes de luz
Una única luz central rara vez es suficiente para cubrir todas las necesidades en un cuarto de baño. Añadir fuentes de luz secundarias facilita la gestión de los distintos momentos del día: luz directa para tratamientos faciales, luz más suave para un baño nocturno. Esta distribución también facilita una lectura más estructurada del espacio, al diferenciar las distintas zonas de baño. La conexión eléctrica debe preverse desde las primeras fases de renovación o reforma, teniendo en cuenta las normas vigentes. Una instalación bien pensada limita los riesgos y facilita la integración estética de las luminarias en el conjunto del proyecto.
Una luminaria de baño no se elige sólo por su aspecto. Sus características técnicas, su conformidad con las zonas de seguridad y su capacidad para iluminar eficazmente sin distorsionar los colores son elementos centrales. Se trata de aunar funcionalidad, durabilidad y adaptación al espacio, teniendo en cuenta las características específicas de cada estancia.
Las luminarias de baño no se eligen sólo por su aspecto
