Mesas de comedor
Las mesas de comedor estructuran el espacio en torno al cual se organizan las comidas, las conversaciones y el tránsito. Una mesa de comedor ocupa una posición central, tanto funcional como espacial. La elección de la forma y los materiales determina la claridad de la estancia y su idoneidad para el uso diario u ocasional. Tableros rectangulares para estancias alargadas, formatos redondos para espacios abiertos: cada configuración responde a una lógica de disposición específica. Madera, metal, cristal o cerámica dan forma al resultado final sin desvirtuar el uso previsto. leer más >
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Elegir una mesa de comedor en función del espacio disponible
La mesa de comedor define un centro estable en la estancia, alrededor del cual se distribuyen los asientos, los puntos de paso y las conexiones con otros elementos: aparador, cocina, ventanas. Debe elegirse en función del espacio disponible y del tipo de tránsito previsto. Por lo general, se requiere un espacio libre mínimo de 75 cm alrededor de la mesa para permitir el uso fluido de las sillas y el tránsito diario.
La forma del tablero también orienta la relación entre la mesa y su entorno. Los modelos rectangulares son adecuados para estancias largas o grandes volúmenes. Las formas redondas u ovaladas limitan las interrupciones visuales y facilitan la conversación entre los comensales. Las formas cuadradas refuerzan el equilibrio en las estancias simétricas, pero requieren un espacio mayor en proporción a su superficie útil.
Materiales y efectos visuales asociados
La elección de los materiales de una mesa de comedor influye tanto en el aspecto como en la sensación de la estancia. La madera maciza, ya sea clara u oscura, introduce un material sólido, visible y estable. Es adecuada para un uso frecuente y ofrece una superficie cálida, sin demasiado brillo ni contraste. El cristal, como tablero completo o combinado con una base metálica, aligera visualmente la mesa y deja pasar la luz. Encaja bien en espacios pequeños o en composiciones ya densas.
El metal, utilizado a menudo para las patas, da estructura a la mesa sin sobrecargar su aspecto. Se puede pintar, patinar o dejar inacabado, según el efecto deseado. La cerámica y el terrazo ofrecen una superficie visualmente más densa, a veces texturada o jaspeada. Estos materiales son apreciados por su resistencia al calor y su fácil mantenimiento, pero requieren una atención particular para armonizar con los suelos y otros elementos del mobiliario.
Sea cual sea el material elegido, la mesa debe mantener una coherencia con el resto de la habitación. Puede prolongar un tema existente (utilizando los mismos colores o texturas) o introducir un punto de contraste controlado. Lo importante es hacer legible el espacio una vez colocada la mesa, con o sin mantel, objetos de sobremesa o luz directa.
Capacidad, uso cotidiano y adaptabilidad
La capacidad es un criterio esencial a la hora de elegir una mesa de comedor. Una mesa estándar de 160cm a 180cm sentará cómodamente a 6 personas. Los modelos extensibles, con extensiones incorporadas o independientes, ofrecen flexibilidad de uso para comidas ocasionales más abundantes. También hay que tener en cuenta la estabilidad, la facilidad de mantenimiento y la ergonomía de los bordes (esquinas afiladas o suaves), en función del uso previsto. En una habitación en la que la mesa se utilice también para trabajar o hacer los deberes, puede ser preferible un tablero con poca textura y resistente a los arañazos. Algunos modelos están diseñados para un uso mixto, con proporciones pensadas para la comodidad cotidiana sin exceso de material.
Por último, la elección de los asientos debe anticiparse desde la compra de la mesa. Las patas transversales, centrales o de los extremos determinan la libertad de movimiento y la colocación de las sillas. La coherencia entre la forma de la mesa y la de los asientos ayuda a mantener un equilibrio funcional y visual.
Una mesa de comedor bien elegida hace algo más que ocupar espacio: regula el uso, soporta el movimiento y estructura la estancia a lo largo del tiempo. Es un mueble estable, escalable y fácil de leer.