Lámparas colgantes de salón
Las luminarias suspendidas estructuran el espacio al tiempo que definen su ambiente luminoso. Actúan como punto focal visual, en relación directa con la disposición de los asientos y la altura del techo. Cada luminaria suspendida de salón debe elegirse en función del volumen de la habitación, del tipo de iluminación directa o difusa que se necesite y de los materiales circundantes. Tanto si sobresale de una mesa de centro como si ocupa el centro del techo, su papel va más allá de la simple iluminación: articula las líneas y da ritmo a los volúmenes. leer más >
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Lámpara colgante de espejo de vidrioElixir
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Gran suspensión doradaOohalt
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Lámpara colgante blancaKëpsta
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Lámpara colgante de vidrio y latón doradoBelno
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Foco industrial grisWeissmüller
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Elegir la lámpara colgante de salón adecuada
La elección de una lámpara colgante de salón se basa en criterios concretos relacionados con la distribución, la superficie disponible y el uso de la habitación. En una zona de relax, la luz debe ser uniforme y sin deslumbramientos. Un colgante central, colocado a una altura moderada, proporciona una iluminación general funcional. En una configuración con varias zonas (zona de lectura, comedor), el uso de varios puntos de luz adquiere relevancia. El diámetro del colgante, su altura y su forma deben corresponder a las dimensiones del salón: una luminaria demasiado pequeña se pierde visualmente, mientras que un modelo sobredimensionado lastra el conjunto.
Materiales y efectos visuales de los colgantes de salón
Los materiales utilizados influyen mucho en el efecto percibido. Una suspensión de metal perforado difunde una luz filtrada y gráfica. El cristal opalino o arenado proporciona una iluminación suave, mientras que una pantalla textil ofrece una luz más cálida. Los acabados en latón, negro mate, cromo y mimbre deben interactuar con los demás elementos del mobiliario, pero no tienen por qué ser idénticos. El colgante puede ser un contraste o una continuidad de tonos y texturas. En un salón contemporáneo, una luminaria de diseño limpio y superficie lisa refuerza la impresión de orden; en un interior más ecléctico, un material crudo o una forma irregular introducen una interesante tensión visual.
Colocación, altura y articulación con el resto del mobiliario
La colocación de la suspensión debe responder a la configuración del salón. Por encima de una mesa de centro, la altura recomendada suele ser de 120 a 150 cm del suelo, en función de la altura del techo. Si la luminaria es puramente decorativa, sin función de iluminación directa, una suspensión más alta puede resaltar los volúmenes sin obstaculizar la circulación. La alineación con las líneas del sofá y la simetría en relación con una composición mural o un mirador son puntos de referencia útiles. El objetivo es crear un conjunto legible, donde cada elemento tenga su lugar.
Por último, la temperatura de color de las bombillas debe adaptarse al uso del salón. Una iluminación demasiado blanca distorsionará los materiales, mientras que una luz demasiado amarilla abrumará los contrastes. Un tono neutro (2700 a 3000 K) proporciona un buen equilibrio para el día a día.
Cuando está bien elegida y colocada, una lámpara colgante para el salón no sólo proporciona luz: estructura, equilibra y completa el espacio.
Las lámparas colgantes para el salón, además de iluminar el espacio, son un buen complemento