Sillones de terciopelo
Los sillones de terciopelo combinan un asiento envolvente con un revestimiento denso de tacto mate o ligeramente satinado. Su textura absorbe la luz, creando un efecto visual contenido que refuerza su presencia en la habitación. Algunos modelos presentan líneas redondeadas, otros estructuras más angulosas. Cada sillón de terciopelo ocupa un volumen claro, a menudo autoportante, que requiere una ubicación precisa en la distribución. Esta categoría incluye sillones diseñados para un uso residencial habitual. leer más >
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Sillón de terciopelo: un asiento texturizado de gran impacto visual
El sillón de terciopelo se distingue por la densidad de su revestimiento y su capacidad para estructurar visualmente el espacio. El terciopelo, ya sea liso, estriado o gofrado, altera la percepción de la luz gracias a su superficie absorbente. Esta propiedad confiere al mueble una fuerte presencia, incluso en espacios reducidos. Así, el sillón puede desempeñar un papel clave en el diseño de un salón, un rincón de lectura o un dormitorio. El uso de este textil requiere prestar especial atención a la combinación de materiales en toda la habitación.
El sillón de terciopelo puede adoptar una gran variedad de formas. Algunos modelos presentan siluetas clásicas con reposabrazos macizos, mientras que otros tienen estructuras minimalistas en las que el tejido sigue siendo el elemento principal. La base puede ser oculta para reforzar el efecto de masa, o de metal a la vista para aligerar el efecto general. En todos los casos, la tapicería sigue siendo el factor determinante en la percepción del mueble: atrae la mirada, modifica la luz y absorbe los colores del entorno.
Tipologías de uso y colocación recomendada
Estos sillones están generalmente diseñados para un uso doméstico regular pero no intensivo. Suelen colocarse junto a un sofá, en la esquina de una habitación o como asiento secundario en un dormitorio. El terciopelo de calidad es resistente a la abrasión, pero requiere un cuidado especial. No es recomendable para ambientes muy expuestos al polvo o a la humedad.
La elección del color del terciopelo influye mucho en su integración en el espacio. Los tonos profundos (verde bosque, azul noche, teja) potencian el efecto de contraste, mientras que el beige o el gris aportan una lectura más neutra. Debido al grosor del tejido, la sensación de volumen suele acentuarse: un sillón de terciopelo siempre da la impresión de ocupar más espacio que un modelo equivalente de lino o algodón. Por lo tanto, debe colocarse en una zona despejada, con suficiente espacio visual lateral.
Materiales asociados y equilibrio visual
El terciopelo puede combinarse con distintos materiales en función del efecto deseado. Combinado con metal negro o dorado, genera un fuerte contraste. Montado sobre una base de madera, refuerza un ambiente más sobrio. En ambientes sobrios, un sillón de terciopelo puede romper la regularidad de las texturas sin introducir sobrecarga. A menudo se utiliza como pieza central, pero también puede formar un conjunto coherente si se utiliza como dúo o se integra en una paleta textil homogénea.
En conclusión, la categoría de sillones de terciopelo reúne piezas con un fuerte impacto visual, diseñadas para un uso doméstico en el que el asiento también desempeña un papel decorativo estructurador. Su posicionamiento debe ser considerado en relación con la luz, el volumen y la densidad visual de los otros muebles.
Los sillones de terciopelo de esta categoría tienen un fuerte impacto visual y están diseñados para uso doméstico donde el asiento también desempeña un papel decorativo estructurante