Mueble de cuero

El cuero como material de contacto y lectura

El cuero se utiliza principalmente en mobiliario para cubrir zonas en contacto directo con el cuerpo: asientos, respaldos, reposabrazos. También puede utilizarse para cubrir tiradores, cajones o bordes. Su flexibilidad varía en función del grosor, el curtido y el acabado elegidos. A diferencia de los materiales sintéticos, cambia con el tiempo: desarrolla una pátina, se vuelve flexible o se marca, según la frecuencia y el uso que se le dé. El cuero puede estirarse para conseguir un acabado liso, plisarse a propósito o sujetarse con costuras visibles, y cada tratamiento altera la percepción del objeto.

Efectos visuales y combinaciones de materiales

El cuero actúa como una superficie absorbente, especialmente en tonos oscuros o mates. Reduce los reflejos y aporta continuidad visual a un volumen. Según su tonalidad y veteado, combina bien con la madera maciza, el metal en bruto o desgastado, o los tejidos densos. En contraste con materiales duros como la piedra o el cristal, puede marcar una jerarquía de diseño: la piel indica las zonas destinadas al contacto o la comodidad. En un interior, puede resaltar un volumen sin sobrecargarlo, siempre que se utilice con moderación y en función de la exposición a la luz natural.

Disposición lógica y mantenimiento

El cuero requiere una planificación a largo plazo. No es adecuado para un uso muy húmedo, ni para una exposición prolongada al calor directo o a la luz fuerte. El cuero de grano completo mantiene mejor su forma con el paso del tiempo, pero muestra signos de vida más rápidamente. La elección del acabado pigmentado, anilina o semianilina determina la resistencia a las manchas y la facilidad de mantenimiento. En una sala de estar, un sofá o sillón de piel proporciona una experiencia de lectura estable y duradera. En un dormitorio o un despacho, un detalle de cuero basta para introducir un material vivo sin dominar el conjunto.

La categoría *Piel* reúne piezas que se inscriben en una lógica de confort visual y táctil. Su integración se basa en las proporciones adecuadas y en el conocimiento de los usos reales del material, sin excesos ni sobrecargas visuales.

La categoría *Piel* reúne piezas que se inscriben en una lógica de confort visual y táctil